El espíritu competitivo es la base del autocrecimiento y el progreso. Es una de las cualidades importantes que un reclutador busca en un candidato. Sin embargo, ser excesiva o negativamente competitivo puede causar una mala impresión en una campaña de contratación. Por tanto, es necesario mantener esta cualidad bajo control.
¿Cómo eres de competitivo? es una de las preguntas más habituales en cualquier entrevista. Recuerda que tu espíritu competitivo nunca debe eclipsar tu profesionalidad y tu comportamiento ético.
Índice
¿Por qué es importante ser competitivo?
- La competitividad es la fuerza motriz que hace que la gente trabaje duro y se impregne de perseverancia para alcanzar sus objetivos.
- El espíritu competitivo te ayuda a alcanzar grandes cotas y a conseguir grandes resultados. Aumenta tu desarrollo personal.
- Te ayuda a probar cosas nuevas y a salir de tu zona de confort. Te empuja a explorar tus talentos. Es una de las fuentes importantes de innovación y creatividad
Consejos para responder a la pregunta sobre la competitividad
1. Sé asertivo.
Ser asertivo representa tu claridad mental y de pensamiento. Responder a una pregunta de forma extremadamente vaga puede crear una mala impresión. Intenta ir lo más al grano posible.
2. No suenes engreído.
Este es uno de los errores más comunes que cometen muchos candidatos. Para mostrar su competitividad se olvidan de ser humildes y modestos. Mencionar en exceso tus logros innecesarios puede ser malo y hacerte parecer engreído.
3. Demuestra que aprendes de los errores.
Recuerda que nadie es perfecto, ni siquiera tú. Así que no intentes ser la persona con cero errores. Demuestra que estás abierto a cambiar según la situación y que aprendes de tus errores. Estas son las cosas que te harán competitivo.
4. Sé un jugador de equipo.
A veces esta es una pregunta trampa cuando se te pide que trabajes en equipo. Se pregunta para ver tu espíritu de equipo. Por tanto, ten cuidado. No te representes como el perseguidor de la luz de la cal en esta situación.
Ejemplos de respuestas a la pregunta
1. Para ser sincero, ser competitivo en el buen sentido es uno de mis puntos fuertes. Elegí las ventas porque me gusta el ambiente competitivo que hay aquí y el espíritu que cada uno de nosotros mantiene encendido en su interior es simplemente inspirador. Me encanta el proceso y me esfuerzo por ofrecer el mejor servicio al cliente. Nunca pienso mal de ninguno de mis competidores, sino que estoy agradecida por cada colega o compañero de trabajo que compite conmigo.
2. Diría que prefiero la cooperación a la competencia. En un equipo o en un trabajo social no hay lugar para mí, ni para mí mismo. No hay necesidad de ser mejor que alguien. No corro detrás de la luz de la cal ni del reconocimiento. Intento competir conmigo mismo para ser una mejor versión de mí mismo cada día. Esa es una de las razones por las que me atrajo esta oportunidad de trabajo en primera instancia.
3. He sido muy o diría que extremadamente competitivo desde mi infancia. Cuando crecí, empecé a comprender la importancia de perder y entendí que a veces no puedes ganar porque tienes que hacerlo, a veces sólo ganas si estás preparado para ello. Siempre intento mantener un nivel saludable de competitividad. Tengo la capacidad de admitir cuando alguien es mejor que yo y creo que eso es lo que me hace perfectamente competitiva.
4. Soy competitivo, pero no compito con los demás, sino que compito conmigo mismo y eso es lo que me ayuda a convertirme en una mejor versión de mí mismo. Creo que cuando competimos con otros tendemos a perdernos a nosotros mismos y eso es lo único que nunca querría. Preferiría invertir en mí mismo y disfrutar del proceso de progreso compuesto.
5. Soy muy competitiva, pero también soy una persona muy profesional y ética. Me gusta cuando la competencia es justa y nunca me gusta hacer nada sólo para obtener protagonismo. Me gusta disfrutar del proceso y aprender cosas nuevas. Cuando alguien me gana en cualquier competición con sus resultados nunca me resisto a felicitarle y desearle lo mejor para el futuro. Creo que la deportividad es muy importante para mantener nuestra competitividad bajo control.
6. Al ser un atleta, lo que se espera de mí es el espíritu competitivo, y al ser un deportista, la deportividad es una parte integral del mío. Creo que esta combinación de mis cualidades es exquisita y me ayuda a destacar entre la multitud. Tengo una actitud de nunca morir y soy una persona muy trabajadora. Mis cualidades me ayudan a tener fácilmente una ventaja sobre los demás.
7. Diría que el nivel de mi competitividad depende del tipo de actividad que realice. Porque a veces tratar de ganar simplemente no es competitividad. A veces se trata de aprender cosas nuevas y experimentar algo fuera de tu zona de confort. Nunca desperdicio una oportunidad para destacar entre la multitud. Tengo dedicación, devoción y determinación hacia mi trabajo. También tengo un carácter cooperativo. Todas estas cualidades mías me convierten en una persona increíblemente competitiva.
Conclusión
El espíritu competitivo es muy ambiguo de juzgar. Tenerlo bajo control es una de las tareas más difíciles para cualquiera. Esta cualidad es un desencadenante de muchos sentimientos oscuros e innecesarios como los celos, el odio, etc. Por tanto, es muy importante representar tu naturaleza competitiva sin perturbar la imagen positiva de ti mismo. Intenta ser humilde y modesto al responder a esta pregunta.